Agua de Mar: usos e información

¿Qué hay en el agua de mar?

Una sola gota de agua de mar, es un universo entero, lleno de elementos que se han ido descubriendo a través de los años. Los japoneses son los más avanzados en cuando a la investigación del agua de mar.

Los océanos contienen una biodiversidad muy superior a la de la tierra. Por esta razón, el agua de mar se ha llamado “sopa marina”.

Sorpréndete con lo que contiene el agua de mar:

Ácidos nucleicos, ADN, aminoácidos esenciales, proteínas, grasas, vitaminas, minerales (todos los elementos de la tabla periódica, fitoplancton, zooplancton (krill/omega 3) huevos y larvas de peces, cadenas de carbono, además de millones de bacterias que no representan peligro para el consumo humano. Todo bajo un ambiente alcalino de 8.4 de PH.

Se ha descubierto, además, que el agua de mar contiene todos los elementos de la tabla periódica en estado biodisponible para el cuerpo humano. Esto explica como las células pueden tomar cualquier nutriente que requieran, recuperando así la salud.

Se calculan en 3X10²⁸ el número de formas de vida microscópicas existentes globalmente en océanos. Ello supone que hay cien millones de veces más microorganismos que estrellas en el universo visible. Estos organismos unicelulares son máquinas de expresar genes. Aun así, la comunidad científica solo ha explorado la punta del iceberg en cuanto al potencial existente en la biodiversidad marina

René Quintón

René comenzó a tratar a sus pacientes, inyectando agua de mar combinada con agua destilada (llamada: agua isotónica) logrando impactantes resultados positivos en pacientes desahuciados y muy enfermos. Logró salvar a miles de niños de morir de cólera; y fue, la academia de medicina francesa quien señaló que, después de Darwin, nadie sino Quintón, había hecho aportes tan relevantes en el campo de la biología.

En 1904 Quintón publicó su libro: “El agua de mar, medio orgánico”, el cual despertó un gran interés en todo el mundo. Pronto empezó a abrir dispensarios de agua marina en París, Montpellier, Lyon, Londres y Egipto, y hubo hospitales que se adhirieron al método marino.

Las inyecciones de agua de mar isotónica, aplicadas a los lactantes en los dispensarios marinos, se contaban por miles. Los médicos prescribían las inyecciones, y Quintón alcanzó enseguida la fama.

Durante la Primera Guerra Mundial, incluso el ejército francés empleó agua de mar para compensar la pérdida de sangre en los heridos en combate.

(1866-1925) Francia. Fue un biólogo, fisiólogo e investigador, conocido por descubrir las propiedades del agua de mar aplicada a la salud humana.

Quintón enfermó de tuberculosis, y al haberse trasladado una temporada a vivir junto al mar, y curarse, descubrió que la composición química del agua del mar es muy semejante a la de la sangre de los vertebrados, retomando así los trabajos del célebre fisiólogo Claude Bernard.

Sin embargo, al llegar la primera guerra mundial comenzó el olvido del descubrimiento de Quintón.

Los detractores de Quintón, no podían asumir el hecho de que alguien pudiera estar curando sin ser médico o científico titulado. Los dispensarios de agua marina, fueron desapareciendo progresivamente.

Los médicos, tras apoyarle antes de la guerra, le olvidaron, ya que veían en él y en sus curaciones, un peligro, que ponía en evidencia el prestigio de su profesión y sus métodos de sanación.

La primera guerra mundial y la posguerra, fue el escenario donde las multinacionales y farmacéuticas, comenzaron a despertar sus oscuros intereses, ocultando el poder sanador del agua de mar, un antibiótico natural totalmente gratuito y que hubiera podido desempeñar una milagrosa erradicación de la mayoría de enfermedades existentes desde entonces y hasta la actualidad.

Al tomar agua del mar, o al sernos inyectada, nuestro medio interno recupera su poder de auto sanarse. Y en un medio interno fuerte y sano, ya no hace falta perseguir a los microbios nocivos, porque allí ellos no pueden prosperar. El agua marina, da la fuerza biológica a la célula para oponerse a la mayoría de las enfermedades.

En seguida algunas fotos que se han hecho famosas, tomadas en los tiempos de Quintón, sobre los efectos benéficos del agua de mar. Las fotos muestran el antes y el después.

Usos del agua de mar:

- Agregar una o dos tapitas a cualquier licuado o jugo que tomes para enriquecer con minerales.

- En vez de sal, usa agua de mar para la cocina. La recomendación es agregarla hasta el final, para que la cocción no degrade sus nutrientes y minerales. Puedes agregarla en caldos, salsas, licuados, verduras, etc.

- Beberla sin rebajar (hipertónica) para regular el tránsito intestinal. Toma unos pocos sorbos. Esto puede ser un digestivo cuando se siente pesadez, debido al elemento cloro que contiene el agua de mar.

- Cepíllate los dientes con agua hipertónica. El agua puede entrar a casi cualquier cavidad, lo que hará un efecto magnifico limpiando toda la boca.

- Tomar antes de las comidas para reducir el hambre y la ansiedad. Ayuda para mantener una dieta equilibrada.

- Puede ayudar a combatir la acidez estomacal bebiendo unos sorbos.

- Contra el mal aliento (opción 1): haz un enjuague enérgico en la boca, y desecha el agua. Haz un segundo enjuague más suave y más prolongado. Puedes tomar el agua lentamente sin ningún problema después de un tiempo. Con 5 enjuagues lentos y reposados tendrás una extraordinaria salud bucodental.

- Contra el mal aliento (opción 2): mantener agua de mar en la boca lo más que se pueda, e irla tragado poco a poco. El mal aliento muchas veces viene por desajustes del sistema digestivo. Hay que hacer que el agua llegue al estómago e intestinos poco a poco. Hacer estos por varios días.

¿Cuánta agua tomar?

Se puede tomar hasta un cuarto de litro de agua de mar diario sin haber ningún problema, excepto que se padezcan afecciones de riñón y arterias (si es el caso, consultar a un experto). Para llegar a ingerir estos 250 ml, uno tiene que hacerlo gradualmente.

Para efectos preventivos y nutritivos, hay que tomar agua isotónica (rebajada). La clave está en espaciar las tomas, de manera que no se pierdan los minerales pudiendo provocar una diarrea.

Si eres intolerante al agua de mar, o tienes problemas con la ingesta de sal por alguna razón, puedes tomarla sublingual para aprovechar al máximo sus nutrientes. Coloca un poco debajo de la lengua, y permite que se asimile y se pierda después de un rato. Traga al final toda la saliva y el agua en la boca. Puedes hacer esto varias veces, dando espacio entre cada toma. Esta es probablemente la manera más segura, si es que quieres comenzar despacio con el agua de mar.

El agua de mar, paradigmáticamente tiene la capacidad de matar a los náufragos, cuando beben guiados por la desesperación, o de salvarlos si beben de poco en poco, para no darle lugar a la sal de actuar como deshidratador.

El agua de mar, cuadruplica la salinidad del agua dulce que tomamos, por lo tanto no es bebible como cualquier otra agua: requiere ciertos protocolos que hay que entender. El sodio es el responsable de su sabor salado.

¿Qué es el agua hipertónica e Isotónica?

Agua Hipertónica: es el agua tal como se obtiene del mar, sin rebajar, con su sabor salado. (contiene 36 gramos de sales por litro).

Agua Isotónica: se obtiene combinando tres partes de agua dulce, más una cuarta parte de agua de mar (con esto se iguala la concentración de sales del plasma sanguíneo, que contiene 9 gramos por litro).

El termino Hipo-tónica (menos usado), sería para el agua cuya salinidad está por debajo de la concentración que tiene nuestro plasma sanguíneo (debajo de 9 gramos de sales por litro).

Haz tu primera prueba

Hay que comprobar que tan tolerante eres, para lo cual hay que empezar muy despacio: tomate un caballito (de 30 a 60 ml), de agua de mar… tu escoge la cantidad final. Si al cabo de 15 o 20 minutos, te ha caído bien, repite la toma algunas veces más (dejando pasar tiempo entre cada toma). Si todo va bien, significa que tu cuerpo asimila de maravilla el agua de mar y con ellos podrás tener muchos beneficios. Puedes diluir estas tomas en un poco de agua dulce, si así lo deseas.

Sobre los minerales

Cuando tomamos agua mineral, sus beneficios son grandiosos, justamente por los minerales que son elementos que permiten que la electricidad se conduzca a través del agua. Sin minerales, no hay conducción de electricidad, y por lo tanto tampoco hay transmisión de información. El agua destilada no conduce electricidad: son los minerales (diluidos en agua) quienes lo hacen.

Recuerda que electricidad es igual a energía, que es equivalente a información y datos. En un cuerpo desmineralizado, no hay transmisión de energía, y por lo tanto la desconexión neuronal y la transmisión de datos e información, se vuelve deficiente, trayendo consigo, confusión mental, el ser olvidadizo, distraído, o en casos más graves, enfermedades diversas.

Cuando los reyes querían robar de manera encubierta a sus súbditos, les adulteraban la moneda, agregando aleaciones de poco valor. De esta misma manera están haciendo con nosotros al adulterar la sal que consumimos a diario, me refiero al veneno que nos han estado vendiendo como “sal fina” o “sal refinada”.

Es justamente, como si nos estuvieran robando, al quitarnos parte (o casi toda) nuestra ración de elementos y minerales esenciales para una correcta salud y bienestar, solo que no nos damos cuenta.

La sal refinada, esta adulterada y normalmente tiene químicos agregados para evitar que se pegue (anti humectantes). Esta sal ya no es sal verdadera o integral: es “cloruro sódico” (que, por su agresividad, se hace perjudicial para el cuerpo).

La sal ayuda a retener líquidos: cierto… pero no la sal integral. Cuando se habla de sal refinada (mas correctamente dicho: cloruro sódico), esta, SI que ayuda a retener líquidos. Muchas personas con obesidad, en realidad lo que sufren es retención excesiva de líquidos. El cuerpo se hincha por la retención de líquidos, y esto lo ocasiona la sal refinada.

La sal integral, que es de grano y húmeda, es la mejor (sin flúor ni yodo).

Sobre la sal

Oro blanco, era otro de los nombres referidos a la sal. Los soldados romanos preferían cobrar en oro blanco que en oro amarillo. Con esto arreglaban el sabor de sus comidas y sobre todo de su salud. De ahí obtenían los minerales esenciales. Ese era su salario, su ración de sal, de salud y de vida.

El mar está contaminado: otra mentira.

El PH del agua de mar es sumamente alcalino, incompatible por lo tanto con el medio ácido en el que proliferan los patógenos.

El agua de mar tiene 36 ml de sales por cada litro, lo que hace un medio sumamente difícil para los patógenos. Esto es 4 veces más sales que las que tenemos en el plasma sanguíneo:

Sales en el plasma sanguíneo: 9 ml/ litro

Sales en el agua de mar: 36 ml/litro.

Digamos que nuestros microbios son de una salinidad de “9ml/litro”, lo que les implicaría un verdadero problema vivir en un medio de mayor salinidad como lo es el mar… 4 veces más salado!... morirían por deshidratación en poco tiempo.

El mar es como una batidora siempre en movimiento, recirculando sus aguas todo el tiempo de tal manera que las colonias de microbios no pueden mantenerse unidas. El mar tiende a dispérsalos y diluirlos de tal modo que, si se encontrarán patógenos humanos en una muestra de agua, su número sería tan pequeño que, aunque mantuvieran toda su virulencia (cosa muy difícil) serían inofensivos por no alcanzar la masa crítica capaz de provocar una infección.

El mar no es simplemente agua “quieta”. El mar es una entidad que tiene vida en cada rincón y en cada gota. Su riqueza microbiológica es extraordinaria. Cada uno de estos microorganismos, al estar en su medio (muy alcalino) están en ventaja ante cualquier patógeno humano o terrestre.

Concluyendo: la carrera de obstáculos que ha de vencer un patógeno humano para mantenerse vivo, activo y virulento en el agua de mar, es tan superior a sus fuerzas, que es prácticamente imposible.

Ahora bien, desde hace años nos han bombardeado con noticias fatalistas sobre la contaminación de los mares, la radiactividad, los micro plásticos, y tantas otras cosas. Mucho de esto es parcialmente cierto y falso a la vez. Decir que todo el mar está contaminado, es totalmente falso.

Pareciera que esta misma propaganda alarmista sobre los peligros del agua de mar, es la misma que nos hicieron creer (con tanta insistencia) sobre los peligros del sol y sus consecuencias de cáncer de piel entre otras cosas. También están quienes quieren colocar espejos para reflejar el sol al espacio, y evitar el calentamiento global, como si fuera culpa del sol.

Si observas con mayor detenimiento todas estas artimañas para hacernos creer sobre lo perjudicial y los peligros del sol y el mar, hay algo más detrás: nos quieren alejar mediante creencias distorsionadas y falsas, de dos fuentes inagotables y libres de salud y bienestar: el sol y el mar.

¿Cómo evitas que alguien tome un baño de sol? Cuando el sol esta en todos lados…

¿Cómo evitas que alguien tome agua de mar? Cuando el mar esta para todos y en tanta abundancia...

No lo puedes evitar… a menos que engañes a la gente haciéndole creer que son perjudiciales… y esto es lo que se ha intentado desde hace varios años.

Justo el Agua de mar, contiene todos los minerales orgánicos necesarios para el cuerpo, en estado bio-disponible (listos para ser asimilados por las células).

Re-mineralizar el agua que tomamos

El agua que hoy en día nos venden, carece de suficientes minerales, y está muchas veces casi muerta, después de tantos procesos a los que es sometida. Agregar un poco de agua de mar bastará para remineralizar completamente.

1 gramo de sales/minerales por litro, remineralizará cualquier agua que consumamos a diario), por lo tanto agrega un caballito tequilero de agua de mar a un litro de agua dulce y listo. La explicación es la siguiente:

1 litro de agua de mar tiene 36 gramos de minerales. Si dividimos un litro en 36 partes iguales da 27.7 gramos (aproximadamente un caballito tequilero). Al agregar estos 27.7 gramos de agua de mar a un litro, se estará agregando 1 gramo de minerales al litro, suficiente para tener un agua súper-remineralizada. Esta re-mineralización supera a cualquier agua comercial que puedas encontrar en el mercado.

Si tienes agua mineral comprada en la tienda, bastará con que agregues una tapita a un litro, para asegurar su completa re mineralización.

Laxarse con agua de mar

Para lograr el efecto laxante que provoca el agua de mar, es necesario tomar un vaso de agua sin rebajar (hipertónica) en ayunas y esperar a que llegue la diarrea. Si después de unos 40 minutos, no ha llegado la diarrea, tomar medio vaso más, o unos cuantos sorbos y esperar un momento más. La diarrea llegará pronto. Si no se tolera el sabor intenso de la sal, agregar uno o dos limones al vaso de agua de mar. El limón neutraliza el intenso sabor de la sal.

La cantidad a tomar depende del nivel de estreñimiento y la tolerancia de cada persona. Cuando haya un estreñimiento, habrá que beber agua con prudencia: pequeñas cantidades (caballitos) bastante seguidas, ya que pudiera haber una reacción de rechazo que se manifieste en un malestar. En este caso hay que parar de beber.

Si el estreñimiento no es agudo, también se puede beber agua isotónica (en mayor cantidad) y esperar a que haga efecto.

Hay que considerar que tomar agua de mar de manera hipertónica, deshidrata el cuerpo. La razón es la siguiente: el agua de mar que hacemos circular por nuestro tracto digestivo, atrae toda el agua más o menos estancada que se encuentra a su paso, lo que provoca la deshidratación. Este efecto, sin embargo, es sumamente saludable, porque gracias a él, se hace un cambio de aguas, se limpian zonas intoxicadas y posiblemente atascadas y se arrastran hacia afuera viejas adherencias. Hacer esto de vez en cuando, o cuando el cuerpo tiene la necesidad de sacar algo que le cayó mal, es muy benéfico. El problema es cuando esto se hace a diario o muy seguido.

Si has sufrido una intoxicación severa, la recomendación seria purgarte primero con agua de mar y posteriormente usar carbón activado para seguir neutralizando la intoxicación. Si aún no conoces el carbón activado y sus usos, te aconsejo investigar sobre él. Es una alternativa que puede ayudarte y hasta salvarte la vida en caso de una intoxicación severa.